Hoy en día, la automatización juega parte importante en la industria para hacer posibles procesos a una magnitud en la que la capacidad humana no llegaría. Cuando hablamos de automatización industrial, solemos limitarnos a pensar en robots que remplacen a los humanos. Sin embargo, la realidad va más allá de máquinas humanoides.
Los sistemas de control, máquinas con programaciones específicas e incluso tecnologías de información que ayudan a agilizar procesos, también son parte fundamental de la automatización industrial.
Anteriormente, el objetivo de la automatización era aumentar la productividad (ya que los sistemas automatizados pueden funcionar las 24 horas del día) y reducir el costo asociado con los operadores humanos, es decir, salarios y beneficios. Sin embargo, hoy en día, el enfoque de la automatización se ha desplazado hacia el aumento de la calidad y la flexibilidad en un proceso de fabricación. Por ejemplo, en la industria del automóvil, la instalación de pistones en el motor solía realizarse manualmente con una tasa de error de 1-1,5%. En la actualidad, esta tarea se realiza utilizando maquinaria automatizada con una tasa de error de 0.00001%.
Se emplea en procesos cuya finalidad es producir grandes cantidades de materiales mediante operaciones repetitivas. Estos movimientos permiten producción en masa, pero las piezas diseñadas no son personalizadas.
Puntos a cuidar:
Este tipo de automatización si permite personalizar la producción, se emplea para un bajo volumen con mucha diversidad de productos.
Puntos a cuidar: